Hoteles en Costa de Asturias

Un viaje mágico

Mas de cuatrocientos kilómetros de costa, convenientemente bañada por las aguas del mar Cantábrico y cultivada por hectáreas de verdes prados, playas extensas, acantilados majestuosos o miradores espectaculares, hacen de la costa de Asturias un reguero inconcluso de localizaciones mágicas para las que un sólo viaje, quizá no sea suficiente para empaparse bien de todas las maravillas que ofrece a los sentidos. Un inconveniente que se convierte en ventaja. Si vas una vez a visitarlo, volverás seguro.

De tradición marinera, los vestigios antiguos de antiguas colonias del norte de Europa que antaño surcaron sus aguas y se afianzaron en sus tierras, la costa de Asturias es uno de esos paraísos idílicos en las que casi cualquier estampa es digna de volver a casa ya sea en fotografías y sobre todo en los recuerdos, y es que esa unión de mar y montaña bajo cielos plomizos y verdes brochazos de naturaleza exuberante parecen más propias de los paraísos idealizados en las leyendas que de la realidad.

No es difícil ver como los pescadores salen antes del alba a faenar de sus costas, pues son múltiples los destinos donde está práctica es la más importante de sus activos económicos junto al turismo. Pueblos de costa como Ribadesella, Luarca, Llanes, Cangas de Onís o Cudillero, por resaltar algunos, son lugares que por sí sólo bien valen un viaje, de modo que hacer una ruta en coche por toda la costa de Asturias es una experiencia que al menos ha de hacerse una vez en la vida.

Pero no sólo el encanto de sus pueblos es lo que dignifica elegir el norte de España como destino vacacional, sino que también sus ciudades más habitadas y extensas hacen acopio de valores para convertirse en un referente de todo viaje asturiano. Cómo Gijón, una extensa ciudad donde además de disfrutar de sus kilómetros de playa, puedes contemplar su gran patrimonio histórico o visitar el viejo barrio de pescadores de Cimadevilla, o Avilés, cuyo casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1955.

Pero no sólo de parajes embriagadores y amplias playas vive la costa de Asturias, si no que esconde muchas otras joyas que harán las delicias para un público dispar que entre sus fronteras encontrará aquello que anda buscando. Los amantes de los deportes de aventura, hallarán sus oleajes el lugar perfecto para dar rienda suelta a sus instintos. Surferos y submarinistas de todos los rincones del planeta, viajan anualmente a Asturias a disfrutar de unas condiciones excepcionales para disfrutar de su deporte favorito, pero si eres más de montaña estás de enhorabuena, pues los caminos que se esconden en sus montañas son un alimento saciante para los senderistas más empedernidos. Y si eres de aquellos que se dejar conquistar por el estómago, ¡bienvenido a Asturias!, pues platos tan típicos como el cachopo, el pastel de cabracho, los escalopines la cabrales o el pixín, todo bien regado por la omnipresente sidra asturiana, harán las delicias de los paladares más exigente.

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